Son
cinco los componentes de la situación docente que la didáctica procura
analizar, integrar funcionalmente y orientar para los efectos prácticos de la
labor docente: el educando, el maestro, los objetivos, las asignaturas y el
método.
a)
El educando, no sólo como alumno que debe aprender con su memoria y con su
inteligencia, sino como ser humano en evolución, con todas sus capacidades y
limitaciones, peculiaridades, impulsos, intereses y reacciones, pues toda esa
compleja dinámica vital condicionará su integración en el sistema cultural de
la civilización.
b)
El maestro, no sólo como explicador de la asignatura, sino como educador apto
para desempeñar su compleja misión de estimular, orientar y dirigir con
habilidad el proceso educativo y el aprendizaje de sus alumnos, con el fin de
obtener un rendimiento real y positivo para los individuos y para la sociedad.
c)
Los objetivos que deben ser alcanzados, progresivamente, por el trabajo
armónico de maestros y educandos en las lides de la educación y del aprendizaje.
Estos objetivos son la razón de ser y las metas necesarias de toda la labor
escolar y deben ser el norte de toda la vida en la escuela y en el aula.
d)
Las asignaturas, que incorporan y sistematizan los valores culturales, cuyos
datos deberán ser seleccionados, programados y dosificados de forma que
faciliten su aprendizaje, fecundando, enriqueciendo y dando valor a la
inteligencia y a la personalidad de los alumnos. Las asignaturas son los
reactivos culturales empleados en la educación y los medios necesarios para la
formación de las generaciones nuevas.
e)
El método de enseñanza, que fusiona inteligentemente todos los recursos
personales y materiales disponibles para alcanzar los objetivos propuestos, con
más seguridad, rapidez y eficacia. De la calidad del método empleado dependerá,
en gran parte, el éxito de todo el trabajo escolar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario